Beneficios para la salud

Nuestros corazones naturalmente comienzan a deteriorarse con la edad. Investigadores españoles descubrieron recientemente que la función endotelial de las arterias en los ancianos puede mejorarse mediante el consumo de grasas monoinsaturadas, como las que contiene el AOVE.

El AOVE ayuda a disminuir la presión arterial sistólica y diastólica. Un estudio demostró que cuatro cucharadas de aceite de oliva al día redujeron la necesidad de medicamentos para la presión arterial en los participantes.

Se ha demostrado que dos cucharadas de AOVE al día ayudan a reducir el colesterol total al disminuir el colesterol LDL (el malo) y los triglicéridos. Además, ayuda a mejorar el colesterol HDL (el bueno), mejorando así el equilibrio crítico entre LDL y HDL.

El oleocanthal, un polifenol que se encuentra en el AOVE, tiene el potencial de reducir el deterioro cognitivo que viene con el envejecimiento, incluida la enfermedad de Alzheimer.

Según los investigadores españoles de la Universidad de Navarra y Las Palmas de Gran Canaria, una dieta rica en aceite de oliva puede proteger contra las enfermedades mentales, incluida la depresión. La grasa sirve como un componente importante para las membranas celulares. Como tal, actúa como protección para órganos y células, así como para el aislamiento nervioso. De hecho, la grasa comprende el 60% del cerebro.

Un estudio realizado en Francia mostró que los participantes que cocinaban y consumían aceite de oliva tenían un riesgo 41% menor de accidente cerebrovascular en comparación con aquellos que no usaban aceite de oliva.

Junto con una dieta mediterránea, el AOVE ha demostrado contribuir a la prevención de la forma peligrosa de cáncer de piel, el melanoma maligno. Las propiedades antioxidantes del aceite de oliva virgen extra ayudan a contrarrestar la oxidación del sol.

El consumo de AOVE colabora en la mineralización y la calcificación de los huesos, puesto que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, un jugador clave para prevenir la osteoporosis, contribuyendo a engrosar los huesos.

Los síntomas de la diabetes pueden aliviarse con una dieta rica en grasas monoinsaturadas, como el AOVE, bajo en grasas saturadas y moderado en carbohidratos. Ayuda a regular el azúcar en la sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina. Una dieta mediterránea, que es rica en AOVE, ha demostrado reducir el riesgo de diabetes tipo II en casi  50% en comparación con una dieta baja en grasas.

Una dieta de alimentos ricos en nutrientes como la principal fuente de calorías contribuye a mejorar la saciedad, lo que previene la ingesta de alimentos con abundantes calorías sin nutrientes que pueden conducir a la obesidad. La grasa es un factor importante en la saciedad que sentimos después de comer. Y no solo eso, sino que estimula el reflejo gastrocólico para ayudarnos a digerir los alimentos que consumimos. El AOVE es un ejemplo de una grasa densa en nutrientes que ayuda a sentirse saciado.

La exposición a la contaminación del aire y al humo del cigarrillo, así como el consumo de alimentos fritos o alcohol, pueden causar la formación de radicales libres en el cuerpo. La vitamina E y los polifenoles que se encuentran en el AOVE son poderosos antioxidantes que ayudan a proteger al cuerpo del daño causado por los radicales libres, llamado estrés oxidativo. Con el tiempo, el estrés oxidativo puede provocar inflamación crónica. Por otro lado, se ha demostrado que el oleocanthal, un fitonutriente que se encuentra en el AOVE, reduce la inflamación, una de las principales causas de cáncer.

Nuestro aceite se oliva virgen extra está certificado por ACELU (Asociación Celíaca del Uruguay), esto significa que es apto para personas con intolerancia al gluten o que padecen celiaquía. Además Olivares de Rocha es un producto que podrán consumir tanto veganos como vegetarianos.